Un dato espacial o dato geográfico es aquel dato que tiene asociada una referencia geográfica, bien de manera directa, a través de unas coordenadas, o indirecta, como un código postal. Gracias a estas referencias geográficas se puede localizar su ubicación exacta dentro de un mapa. La Unión Europea incluye los datos espaciales entre los conjuntos de datos que se pueden considerar de alto valor, debido a sus “considerables beneficios para la sociedad, el medio ambiente y la economía, en particular debido a su idoneidad para la creación de servicios de valor añadido, aplicaciones y nuevos puestos de trabajo”. Son muchos los ejemplos del potencial reutilizador de este tipo de datos. Por ejemplo, los datos que proporciona el sistema de Observación de la Tierra Copernicus, han servido para crear desde herramientas para vigilar las zonas susceptibles de sufrir incendios o ayudar a frenar el tráfico de estupefacientes. Por ello es importante que los datos espaciales sean creados de manera que se facilite su disponibilidad, acceso, interoperabilidad y aplicación.
Una gran cantidad de los datos abiertos que gestionan las administraciones públicas se pueden georeferenciar, maximizando así su valor. Para ayudar a las administraciones públicas a la hora de publicar en abierto este tipo de información, en el marco de la Iniciativa Aporta se ha elaborado esta “Guía práctica para la publicación de Datos Espaciales”. Ha sido desarrollada por Carlos de la Fuente García, experto en datos abiertos, y ha contado con la colaboración del Centro Nacional de Información Geográfica (Instituto Geográfico Nacional), así como con las contribuciones y sugerencias de un gran número de expertos en la materia.